Internet Explorer, tiene los días contados. Microsoft ha decidido jubilarlo y no tendrá cabida en Windows 10, su próximo sistema operativo que saldrá al mercado en otoño y Edge será el navegador que Microsoft está preparando para Windows 10. Internet Explorer es ya una marca gastada y motivo de mofa, especialmente entre los desarrolladores.
Su sustituto Edge, será más moderno, con diseño limpio, sin apenas bordes y con el reconocimiento de voz como novedad en su manejo, más rápido y mas avanzado y compatible en cuanto a tecnologías web. Esto es lo que Microsoft pretende que sea, esperemos que no sea otro Internet explore más en cuanto a funcionamiento y compatibilidad con las paginas webs y tecnologías webs más modernas.
Entre las novedades de Edge, nombre temporal, se encuentran la opción de tomar una imagen en tiempo real de la página que se está visitando y hacer anotaciones sobre la misma para compartirla con amigos, contactos o colegas del trabajo.
Otro de los puntos mejorados es el modo de lectura, que trata de potenciar el tiempo en página.
Durante los 90, Explorer fue el navegador estándar, tras destronar a Netscape, el gran rey de la primera explosión de software en Silicon Valley, a comienzos de la década. Marc Andreessen, su fundador, es hoy una de las grandes fortunas del mundo tecnológico y uno de los inversores más visionarios.
Explorer 6 será especialmente recordado, sin cariño alguno. Fue el gran rompecabezas para los diseñadores web, lejos de los estándares y especialista en deformar webs.
La inclusión de Explorer como navegador por defecto en los ordenadores Windows fue clave para su expansión. Era el que venía instalado, una ventaja competitiva que le granjeó no solo críticas de los competidores, sino también multas por parte de Bruselas, que lo consideró una clara forma de abuso de posición dominante en el mercado.
Su declive ha sido paulatino, pero sin freno. Primero con el despegue de los ordenadores Mac, que imitaron su técnico usando Safari como el navegador por defecto. Después, con la llegada de Firefox, creado por una fundación sin ánimo de lucro y muy escrupuloso con los estándares de la industria y finamente con Google Chrome.