Parece un mandato: si tienes un producto para vender y no tienes presencia online, da igual que te esfuerces o no, sencillamente no existes si no tienes tienda online. Después de este cambio radical que parece haber dado el mundo en el año 2020, estamos adquiriendo destrezas tecnológicas que desconocíamos y como personas interesadas en tal o cual producto, queremos tenerlo en casa sin tomarnos la molestia de ir a una tienda.
Los compradores de tienda siempre existirán, comprar es una acción social, un hábito que resuelve muchas cosas: el tedio de estar en casa entre otras, y la posibilidad de tener un plan con amigos para un día en el que hay poco que hacer. Pero, las circunstancias nos han hecho acercarnos muchísimo más al comercio online y el resultado ha sido muy bueno.
Un producto distinto, una presencia diferenciadora
Recientemente, el CEO de Amazon, el gigante de las ventas por internet, pasó de admitir que el cierre de los servicios de correo en casi todo el mundo afectaba de manera terrible la empresa, a reconocer que el acercamiento a sus servicios al instalarse la “nueva normalidad” había aumentado considerablemente sus ganancias.
¿Has pensado en lo que eso significa para tu pequeño negocio online? Ver a esos enormes conglomerados industriales que tienen presencia en la web como competidores, debe servirnos como aliciente: nos obliga a ser tan distintos como para destacarnos de manera brillante y atraer mucho más que las ventas que nos proponemos.
No es suficiente tener un producto revolucionario que vender. Es posible que su producto supere todos los estándares de calidad establecidos en su ramo. Recientemente, un fabricante de las más sofisticadas prótesis para amputados se quejaba de no recibir la demanda necesaria para mantener el negocio a flote. Hecho el análisis, un equipo asesor descubrió que, aun cuando las prótesis eran quizás las mejores del planeta, poco se conocían entre las personas que las necesitaban y aun más, los pacientes que podrían haber sido sus compradores percibían el invento como inalcanzable,
¿Qué ocurrió allí? La estrategia diferenciadora de marketing digital estaba enfocada de manera incorrecta y los estaba llevando a la ruina. La primera y más importante lección que debe conocer alguien que intenta emprender una venta online, es que tiene una audiencia cautiva y que el universo WEB es tan diverso, que tiene gente dispuesta a pagar por cualquier cosa que necesite. Solo hay que saber cómo llegarles.
Conoce a tus clientes
Nada es más importante que hablarles a tus futuros clientes como si estuvieras mirándolos a la cara. Te preguntaras cómo hacerlo, si precisamente estás mudándote a la WEB para poder masificar tu producto. La clave es la forma en que al hacer planes de mercado te relaciones con ese público cautivo que tiene tu producto; es decir, la clave es el contenido.
Para poder llegar hasta ellos, lo primero es saber quiénes pueden ser. Conocer el perfil demográfico de nuestra clientela es fundamental para poder establecer una campaña de mercadeo; pero, conocer sus necesidades puede que lo sea aún más. Aquello con lo que se relacionan o lo que pueda significar para ellos, como grupo humano potencialmente interesado en lo que ofreces, el producto que quieres vender.
Tener presencia en internet
La mayoría de las personas que empiezan un negocio online, empiezan por abrir una serie de cuentas en redes sociales y comprar un dominio para su web. El proceso es más o menos idéntico y pasa por asesorarse, superficialmente la mayoría de veces, en el manejo de redes y emprender de forma casi empírica la tarea de administrar sus perfiles públicos y esperar los resultados.
Aunque es una práctica casi buena, en realidad se trata de apostar a la suerte; en negocios online, o de cualquier tipo, la suerte no es un factor que entre en la ecuación del éxito. El trabajo de mejorar la presencia de nuestra marca en la internet es sistemático, tiene normas claramente establecidas y debe ser arduo y permanente.
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Haciendo comunidad en redes sociales
Lo primero es establecer claramente cuáles son las redes sociales que realmente interesan a su producto. Existen algunas inevitables, Instagram por ejemplo, Twitter, Facebook y Linkedin parecen estar a la cabeza. Veamos
- Instagram: puede darle buenos beneficios y lograr excelente conversiones, pero necesita imágenes de calidad, diseño sugerente y conocimiento de mercadeo. Si su producto además es de los que “entra por los ojos” como comida, accesorios o prendas de vestir, requieres un conocimiento avanzado de fotografía y muy buenas ideas.
- Facebook: se convierte cada día más en una opción maravillosa para impulsar ventas, pero es mucho más que una red con botón de compra. Es el sitio ideal para crear comunidad, tiene grandes ventajas y debes estudiar concienzudamente
- Twitter: Es el sitio ideal para conversar sobre las bondades de tu producto. Úsalo para establecer diálogos, abrir hilos informativos y comparar resultados, de manera muy profesional y muy consciente. Si algún cliente vive una mala experiencia con tu producto aunque sea una vez, puedes perder todo lo que hayas conseguido.
- Linkedin: es la red comercial por excelencia. Es un sitio de profesionales en el que no tiene mucha cabida la personalización de publicaciones, ni las fiestas, ni los paseos a la playa. Es un espacio de trabajo destinado a gente que está trabajando, por eso es tan útil sobre todo en el renglón de servicios empresariales y consultorías.
Aumentar las ventas online
Aumentar las ventas online, como habrás podido darte cuenta, tiene muchísimo que ver con mejorar la presencia online de un producto que no solo tiene que ser único, sino que tiene que tener una presencia diferenciadora y única en el vasto universo WEB. No creas ni por un momento que tu producto es tan bueno como para no requerir un plan de marketing; pues, alguien en alguna parte del mundo ya inventó algo idéntico a lo que ofreces y está trabajando arduamente en venderlo como rosquillas.
¿Te animas a crecer en tu negocio online?
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